Las personas comienzan a acostumbrarse a trabajar desde casa, lo que genera nuevos desafíos. Ya sea que consideres un privilegio o un mal necesario, es importante mantenerse a salvo y adaptarse a este nuevo panorama. Hemos preparado una lista fácilmente digerible de lo que se debe y no se debe hacer para abordar las preocupaciones más importantes de la industria.

Qué hacer y qué no hacer para trabajar desde casa

Hacer: implementar los cambios de manera gradual para trabajar en casa

Esto no siempre es posible debido a las condiciones locales en constante cambio. Pero en un escenario ideal, debes esforzarte por implementarlo gradualmente. Así, evitarás dejar caer el nuevo sistema sobre los miembros de tu equipo como un saco de ladrillos. Esto les permitirá sentirse cómodos con él y resolver cualquier pregunta que surja sin hundirse en el caos.

No hacer: confundir el software de seguimiento de tiempo con el control

En su mayor parte, los rastreadores de tiempo vienen con captura de pantalla automática incorporada. El propósito de estos es demostrar que un empleado ha estado trabajando en asuntos relacionados con el trabajo. En lugar de pasatiempos o asuntos personales. Sin embargo, no lo uses como una herramienta para generar miedo y control. De lo contrario, es probable que tus empleados se resistan. En su lugar, explica por qué esta medida es importante desde la perspectiva de la empresa. Y enséñales cómo pueden medir y mejorar su propia productividad. Además, asegúrate de mencionar cómo funciona el software de seguimiento del tiempo como prueba de sus contribuciones.

Hacer: implementar las medidas de ciberseguridad adecuadas

Trabajar desde casa es conveniente, pero mantener una higiene cibernética adecuada siempre debe seguir siendo una prioridad. Para asegurarse de que sólo el personal autorizado pueda acceder a una cuenta en línea, recomendamos activar 2FA. Para proteger aún más la cuenta, un administrador de contraseñas te permite mantener las contraseñas largas, variadas y complejas sin que sean una carga para tu memoria. En ciberseguridad, la educación recorre un largo camino. Por ejemplo, debes capacitar a todos los empleados para que reconozcan los signos de un ataque de phishing.

No hacer: esperar que tus empleados estén presentes todo el tiempo (a menos que acuerden lo contrario)

El trabajo remoto conlleva su propio conjunto de desafíos. Entre ellos, mantener el trabajo organizado al colaborar con personas que pueden o no compartir la misma zona horaria contigo. En otras palabras, las expectativas sobre entregas, cronogramas y demás deben ser claras. Si bien está a tu discreción contratar exclusivamente a profesionales locales, puedes estar perdiendo a los mejores talentos del mundo.

Hacer: proporcionar un canal de comunicación confiable

La comunicación es clave para lograr los objetivos y mantener las cosas funcionando sin problemas. Por tanto, es necesario encontrar un canal de comunicación adecuado a través del cual se comuniquen los objetivos. Puedes optar por Zoom u otra solución de conferencias virtuales. Pero la esencia es encontrar un canal que se adapte a las necesidades de todos. También debes considerar si tiene sentido utilizar canales de comunicación y herramientas de colaboración adicionales junto con él. Por ejemplo, Slack se usa ampliamente para la comunicación escrita.

No hacer: microgestionar a tus trabajadores remotos

La microgestión se siente como vigilar los hombros de alguien, lo que se traduce en una falta de confianza. Como es evidente, esto no es bueno para mantener viva la relación laboral de beneficio mutuo. En su lugar, proporciona a tus trabajadores remotos una lista de objetivos, así como las herramientas necesarias para completarlos.

Hacer: saber cómo definir una tarea

Decir que «la persona X debe codificar la página de inicio de sesión» no cuenta toda la historia. Debes hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Cuándo esperas que se realice el trabajo?
  • ¿Qué hacer en caso de que se interpongan obstáculos en el camino?
  • ¿Esperas que el codificador realice un seguimiento de los pasos individuales?
  • ¿Quién se hará cargo de la comunicación entre la empresa y los clientes?

A menos que se presenten de una manera clara como el cristal, para dejar lo menos posible a la interpretación, es probable que encuentres problemas. Por lo tanto, diseccionar la tarea en segmentos más pequeños y visualizar lo que se avecina es fundamental para proporcionar las pautas adecuadas que tengan en cuenta lo anterior.

No hacer: dejar a los miembros de tu equipo en la oscuridad

Es esencial estar presente para tu equipo y ofrecer apoyo cuando lo necesiten. Al mismo tiempo, asegúrate de comunicar esto por tu parte, ya que nadie quiere parecer molesto. Pregunta a los miembros de tu equipo cómo va todo y si necesitan ayuda, desde un lugar de guía. Y no de microgestión y control. Estar abierto a sugerencias y críticas. Y si uno de los miembros del equipo presenta una forma inteligente de abordar un problema, piensa cómo implementarlo. O pregúntale a alguien que pueda hacerlo.


Qué tener en cuenta al trabajar desde casa

Trabajar desde casa es un concepto relativamente joven, por lo que es de esperar ciertos obstáculos en el camino. Sin embargo, lo mejor de esta nueva normalidad es que la mayoría de estos, si no todos, se pueden abordar de una manera que sea mutuamente beneficiosa para todas las partes involucradas. Al final, es el entorno con visión de futuro que la tecnología moderna nos permite crear. Y esto es algo para abrazar.


Sobre el autor:

Henny Kel es especialista en marketing digital, consultor de marca. Y estratega comercial de Designhill, un mercado confiable para el diseño de logotipos, tarjetas de presentación, diseño web, impresión de camisetas y otros productos de diseño gráfico. Tiene amplia experiencia trabajando tanto del lado del cliente y dentro del entorno de la agencia. Y es autor de artículos sobre temas relacionados con el marketing digital, las estrategias comerciales y el marketing de contenidos.


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